Tomás Moro fue el primero en hablar de Utopía, una comunidad insular perfecta en la que todos sus ciudadanos eran iguales y en la que no existía el conflicto. El término procede del griego, y significa “lugar que no existe”. La utopía es un proyecto irrealizable en el momento de su formulación, lo que no impide que pueda llegar a serlo en el futuro.
La sociedad en la que vivimos (que me perdone si me lee algún masai, nómada australiano o similar, que no va por ellos) se sostiene gracias a la utopía, al sueño irrealizable, a la aspiración imposible.
Esta teoría no es mía, debo reconocerlo, sino de Def Con Dos, que ya en alguna de sus obras (Ultramemia, 1996: 1) nos avanzaba una idea que revolucionaría el pensamiento contemporáneo. La frase que la resume se puede oír en la primera de las canciones de su disco: “Matrimonio soso, trabajo precario, y en tu mente la quimera de que te hagan encargado”. Una sola frase que reúne más sabiduría que todas las enseñanzas de Confucio, unas palabras que han ayudado a tanta gente como Paulo Coelho y Juan Pablo II juntos.
¿Qué, sino la utopía, nos hace levantarnos a las 6 de la mañana para coger el metro, el coche, o lo que sea, y meternos en un atasco que nos llevará directos a una jornada de diez horas por 600 euros y un mes de vacaciones? ¿Qué nos hace seguir saliendo por los mismos bares todos los sábados intuyendo que lo único que vamos a pillar es una buena borrachera, o una mala en el peor de los casos? Actuamos como si fuéramos inmortales, como si pudiéramos permitirnos perder treinta años de nuestra vida en gilipolleces que no nos llevan a ningún lado.
De todas maneras, ¿adónde íbamos a ir? La cosa está montada para que no queden muchas alternativas; o eso o te conviertes en una especie de Diógenes contemporáneo, alimentándote de los rayos del sol. Por eso, a pesar de todo, a pesar de que la utopía sea sólo utopía, agarrémonos a ella como hizo Leonardo di Caprio con su tabla cuando se hundió el Titanic... pero no la soltemos después, para dejársela a alguna desgraciada, como hizo el mismo personaje en la misma película. Aferrémonos a ella y soñemos con algo mejor; intentemos conseguirlo de vez en cuando, aunque caigamos una y mil veces... Creo que la mejor manera es viajar; movámonos, viajemos al corazón de Uganda, a Zaire (si alguien está interesado, mi amiga Coco organiza turismo de aventura y yo me llevo una pequeña comisión), a Cuba (no se alojen en el hotel Deauville), a Vietnam (Ferna, cuidado con los mosquitos) o al menos a Chimiche.
Este blog pretende ser un lugar de intercambio de experiencias, de grandes utopías irrealizables o de pequeñas utopías realizadas; e incluso al revés, grandes utopías realizadas o pequeñas utopías irrealizadas, e incluso lo contrario o lo complementario; si se animan hasta lo suplementario y lo implementario.
Escriban sus post, sus comentarios (ya sé que nadie lo va a hacer, pero yo también tengo mis utopías, joder, que me levanto a las 6:50) e incluso escriban cosas largas (éstas a mi correo, que no las pueden subir directamente, pero prometo hacerlo yo).
Un beso, un abrazo y salud para todos.
5 comentarios:
Buen y prometedor comienzo, sr. Administrador. En la medida de mis posibilidades continuare pasandome por aqui y dejando mis gritos y pataletas varias en los comentarios.
Bikinhos!
Promete, promete aunque espero que no se convierta en un egoblog lastimero...yo participaré contando mu próximo viaje a japón...si te sirve.
Un fuerte abrazo
Gracias a Arale y a don Alejandro por los respectivos ánimos. Después de leer el de la señorita me ha bajado un poco la autoestima, aunque me consuela que la mayoría de los que me visitan no entenderán el gallego y no podrán comparar. Álex, espero tus aventuras terremotescas japonesas... pon alguna foto de las adolescentes esas que se visten con faldas y trenzas, que siempre fueron mi debilidad.
Me alegra saber que la banda ancha de nuestra casa empieza a servir para algo constructivo....
Por cierto, la hemos/has pagado?
:-D
Me alegro que le empieces a dar la tecla de vez en cuando para contarnos tus cosas y leer las nuestras.
Suerte en el viaje compañero.
(Ibiza es la L-E-C-H-E)
Gracias señor Pejooe. Hemos/he pagado la banda ancha, así que no te preocupes, podrás seguir bajándote cine de dudosa calidad para las tardes solitarias.
Disfruta de lo poco que te queda de tu viaje y cuidado con el marisco, que ya sabes los disgustos que da.
Un abrazote.
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