Va por ti, Moi. Porque 6.150 son los metros del Stok Khangri, la cumbre más alta del macizo de Zanskar, al sur de Leh, India, que te has subido sin inmutarte (no me pidas derechos de autor por la foto, que sabes que ahora mismo no estoy para aflojar pasta). Moi es el hombre de las hazañas silenciosas: nunca has presumido de cosas como ésta, así que aquí estoy yo para presumir de ti, uno de los pocos amigos en los que confiaría sin fisuras para cualquier cosa.
El Moi es capaz de hacerse la transpirenaica solo. Dormir tirado en Pirineos, en una casa abandonada, sin más compañía que el cansancio de 12 horas de caminata que te hace delirar y oír pasos en el piso de arriba. ¿O sería algo más que un producto del cansancio? También en Gran Canaria tienes historias apasionantes sobre pateos, con experiencias ikercasillanas que me hacen temblar de miedo por dos razones: jamás mientes y tienes la mente más analítico-metódica que haya visto.
Toda persona que te haya conocido te tiene, como mínimo, aprecio. Incluso Dani el de Oviedo, a pesar de la faena de la deshidratación. Seguro que recuerdas, Dani... dos días por Gran Canaria, hasta llegar a la Aldea de San Nicolás, el punto más remoto de la isla, que hasta hace no tantos decenios no tenía ni carretera. Al segundo día de pateo, a pleno sol, sin agua desde el día anterior, sin tener clara la ruta, tirados en un barranco por el que ya no corría el agua, a punto de beber de un río verde estancado... Dani tiró la toalla, aunque no había muchas maneras de tirar la toalla en medio de aquello. Ahí estaba Moi, con su brújula encefálica. Creo que si lo dejáramos tirado en un punto aleatorio de la Selva Amazónica, llegaría hasta Manaos mirando el musgo de las rocas y la orientación del sol. La cosa es que nos sacó de aquella, siempre con la peculiaridad de su carácter: "Casi seguro que es por aquí", le dijo a un Dani que lo menos que necesitaba en ese momento eran dudas.
Tantas experiencias juntos... Compañero de esquí en Italia y en Huesca, el ciclocamino de Santiago, freganchín en Irlanda, compañero de piso en La Herradura (como odiábamos a los perros del vecino y los gritos del demente), el año en el San Fernando... Hasta alguna novia hemos compartido (en momentos diferentes, nada de tríos, ¿eh?).
6.150 son tambien los días que hace que no escribo en el blog. 6.150 días sin encontrar la motivación para colgar un post. Siento si alguno ha pinchado el enlace y se ha visto mil veces la foto de la parejita y el filetazo. 6.150 veces he sentido ganas de coger la maleta y alejarme de todo, y 6.150 veces me ha faltado el valor para hacerlo.
Les dejo el anuncio de Whassup, 8 años después, que refleja la desmotivación de un país (que no es el nuestro pero podría serlo) y la esperanza del cambio. Lo he visto 6.150 veces y me parece cojonudo.
El Moi es capaz de hacerse la transpirenaica solo. Dormir tirado en Pirineos, en una casa abandonada, sin más compañía que el cansancio de 12 horas de caminata que te hace delirar y oír pasos en el piso de arriba. ¿O sería algo más que un producto del cansancio? También en Gran Canaria tienes historias apasionantes sobre pateos, con experiencias ikercasillanas que me hacen temblar de miedo por dos razones: jamás mientes y tienes la mente más analítico-metódica que haya visto.
Toda persona que te haya conocido te tiene, como mínimo, aprecio. Incluso Dani el de Oviedo, a pesar de la faena de la deshidratación. Seguro que recuerdas, Dani... dos días por Gran Canaria, hasta llegar a la Aldea de San Nicolás, el punto más remoto de la isla, que hasta hace no tantos decenios no tenía ni carretera. Al segundo día de pateo, a pleno sol, sin agua desde el día anterior, sin tener clara la ruta, tirados en un barranco por el que ya no corría el agua, a punto de beber de un río verde estancado... Dani tiró la toalla, aunque no había muchas maneras de tirar la toalla en medio de aquello. Ahí estaba Moi, con su brújula encefálica. Creo que si lo dejáramos tirado en un punto aleatorio de la Selva Amazónica, llegaría hasta Manaos mirando el musgo de las rocas y la orientación del sol. La cosa es que nos sacó de aquella, siempre con la peculiaridad de su carácter: "Casi seguro que es por aquí", le dijo a un Dani que lo menos que necesitaba en ese momento eran dudas.
Tantas experiencias juntos... Compañero de esquí en Italia y en Huesca, el ciclocamino de Santiago, freganchín en Irlanda, compañero de piso en La Herradura (como odiábamos a los perros del vecino y los gritos del demente), el año en el San Fernando... Hasta alguna novia hemos compartido (en momentos diferentes, nada de tríos, ¿eh?).
6.150 son tambien los días que hace que no escribo en el blog. 6.150 días sin encontrar la motivación para colgar un post. Siento si alguno ha pinchado el enlace y se ha visto mil veces la foto de la parejita y el filetazo. 6.150 veces he sentido ganas de coger la maleta y alejarme de todo, y 6.150 veces me ha faltado el valor para hacerlo.
Les dejo el anuncio de Whassup, 8 años después, que refleja la desmotivación de un país (que no es el nuestro pero podría serlo) y la esperanza del cambio. Lo he visto 6.150 veces y me parece cojonudo.
2 comentarios:
Ciertamente cojonudo.
¿6.150 días sin escribir? Menos mal que eres de letras amigo, o eso, o es que estos meses se te han hecho muuuuuuuy largos.
En realidad soy más bien de ciencias. Pero era una comparación o una metáfora o algo así. Fueron unos 170 días, pero no iba a cambiarle la altura al Stok Khangri este.
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